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Cuando somos niños, la creatividad brota de nosotros a borbotones. Sin embargo, cuando llegamos a la edad adulta, la creatividad, la misma que durante nuestra infancia era un auténtico vergel, corre el peligro, si no la ejercitamos adecuadamente, de convertirse en un desierto (de ideas).
No obstante, conviene no dejarse llevar por el pánico porque podemos echar mano de un buen puñado de técnicas para que nuestra creatividad siga echando brotes verdes también cuando somos hombres (y mujeres) hechos y derechos.WriteMyEssays propone en esta infografía 5 métodos que se las ingeniarán para despertar del letargo a su creatividad dormida:
1. La técnica del “mind mapping”
Para poner en marcha este método, que le ayudará a plantar cara al miedo a la página en blanco, necesitará únicamente un bolígrafo y un papel. Comience escribiendo un tema principal en el centro de la hoja de papel y después vaya anotando ideas y preguntas relacionadas con ese tema. Trate de llenar complemente el papel. Logrará así que ideas que no creía tener dentro de su cabeza comiencen a brotar de repente y a aterrizar mágicamente ante sus ojos sobre el papel.
Para poner en marcha este método, que le ayudará a plantar cara al miedo a la página en blanco, necesitará únicamente un bolígrafo y un papel. Comience escribiendo un tema principal en el centro de la hoja de papel y después vaya anotando ideas y preguntas relacionadas con ese tema. Trate de llenar complemente el papel. Logrará así que ideas que no creía tener dentro de su cabeza comiencen a brotar de repente y a aterrizar mágicamente ante sus ojos sobre el papel.
2. La técnica del “zentangle”
Este método, para el cual necesitará un trozo de papel a cuadros, un lápiz y rotulador negro, le ayudará a aumentar la concentración, despertar la creatividad que hay en sus entrañas y descubrir el arte del dibujo (de manera sorprendentemente accesible). Coja un pedazo de papel a cuadros y dibuje sobre él una línea curvada. A continuación, eche a volar su imaginación y comience a añadir adornos tanto dentro como fuera de la curva. ¿El objetivo? Que el dibujo sea lo más intrincado posible.
Este método, para el cual necesitará un trozo de papel a cuadros, un lápiz y rotulador negro, le ayudará a aumentar la concentración, despertar la creatividad que hay en sus entrañas y descubrir el arte del dibujo (de manera sorprendentemente accesible). Coja un pedazo de papel a cuadros y dibuje sobre él una línea curvada. A continuación, eche a volar su imaginación y comience a añadir adornos tanto dentro como fuera de la curva. ¿El objetivo? Que el dibujo sea lo más intrincado posible.
3. La técnica de los movimientos conscientes
El objetivo de este método es desacelerar los pensamientos y calmar nuestra mente racional. Comience y finalice sus movimientos haciendo la postura de la montaña (cuerpo recto con la cabeza mirando hacia arriba y los brazos alzados). Y controle la respiración mientras hace los movimientos.
El objetivo de este método es desacelerar los pensamientos y calmar nuestra mente racional. Comience y finalice sus movimientos haciendo la postura de la montaña (cuerpo recto con la cabeza mirando hacia arriba y los brazos alzados). Y controle la respiración mientras hace los movimientos.
4. La técnica de los 30 círculos
Perfecto para generar ideas, este método es tan sencillo como dibujar 30 círculos sobre un pedazo de papel y durante un periodo máximo de 3 minutos tratar de transformar esos círculos en objetos reconocibles. Esta técnica es ideal para ser realizada en grupo y comparar entre los diferentes participantes las ideas alumbradas.
Perfecto para generar ideas, este método es tan sencillo como dibujar 30 círculos sobre un pedazo de papel y durante un periodo máximo de 3 minutos tratar de transformar esos círculos en objetos reconocibles. Esta técnica es ideal para ser realizada en grupo y comparar entre los diferentes participantes las ideas alumbradas.
5. La técnica de hacer lo contrario (a lo habitual)
Una buena manera de reencontrarse con la creatividad perdida es hacer las cosas de manera distinta a como las hacemos habitualmente. Si nos levantamos siempre a una determinada hora, deberemos reprogramar el despertador a una hora distinta. Si trabajamos habitualmente en la oficina, deberemos probar a hacerlo, por ejemplo, desde un banco en el parque. Llevándonos la contraria a nosotros mismos (y nuestros hábitos), lograremos reconciliarnos con la creatividad.
Una buena manera de reencontrarse con la creatividad perdida es hacer las cosas de manera distinta a como las hacemos habitualmente. Si nos levantamos siempre a una determinada hora, deberemos reprogramar el despertador a una hora distinta. Si trabajamos habitualmente en la oficina, deberemos probar a hacerlo, por ejemplo, desde un banco en el parque. Llevándonos la contraria a nosotros mismos (y nuestros hábitos), lograremos reconciliarnos con la creatividad.
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