Para muchas empresas el comercio electrónico supone una forma de complementar u obtener los ingresos que han perdido por otras vías. Sin embargo, en muchas ocasiones ocurre que el modelo de negocio de tu comercio tradicional no funciona como tienda online. Las ventas son escasas y la atención que tienen que dedicarle para darse a conocer más de la que desearían.
Pero lo cierto es que aunque el modelo de negocio, lo que vendemos y los precios a los que podemos hacerlo sean los mismos que nos están funcionando en el comercio tradicional, ni los clientes, ni la competencia seguramente van a ser los mismos. Además tampoco contamos con la confianza de estar posicionados o ser visibles en una zona concreta de la ciudad. En Internet no nos conoce nadie.
Por un lado, los clientes de nuestra localidad que ya nos conocen seguramante van a acudir a comprar a nuestra tienda si necesitan algo. Puede que consulten el catálogo por la tienda online, o incluso que lleguen a comprar algo, pero no es lo más habitual. Los nuevo clientes ni nos conocen, ni tienen referencias nuestras como para tener un motivo que les lleve a elegirnos por delante de nuestra competencia.
Si queremos lograr nuevos clientes tenemos que invertir tiempo y dinero en marketing online, en redes sociales, logística, etc. Pero sobre todo tenemos que buscar un planteamiento de negocio diferente, especializándonos quizás en un nicho que puede que en nuestra ciudad no sea rentable, pero que para un público global como el de Internet nos permita competir.
La especialización nos puede dar la oportunidad de competir con gigantes de Internet. Si nuestro negocio en la ciudad es un ultramarinos, no tendrá sentido vender lo mismo, ya que seguro que hay algún pez grande cuya economía de escala le lleva a vender más barato que nosotros los mismos productos. Si no especializamos sólo en un sector o una rama de productos concretos, ampliamos el catálogo dentro de los mismos, etc.
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