Varias son las hipótesis que intentan explicar la desaparición de la práctica totalidad de los dinosaurios hace más de 65 millones de años, aunque a día de hoy todavía la comunidad científica no ha encontrado una respuesta consensuada.
Lo que si podemos asegurar es que la causa de la desaparición de más de la mitad de los animales del periodo Cretácico-Terciario, fue debido a un cambio completamente inesperado del sistema. Un cambio para el que no estaban preparados y que cambio las condiciones de vida y supervivencia en la Tierra.
La imposibilidad de adaptación al nuevo y cambiante entorno imposibilitó la subsistencia de muchas especies, llevándolas a la desaparición. No parece nada descabellado hacer una analogía con nuestra actual forma de vida en los negocios.
Igual que los dinosaurios (y otros) un gran cambio ha condenado a nuestro sistema a ser muy diferente, distinto, nuevo. Los viejos principios ya no funcionan en la nueva economía, y más cuando las empresas y modelos de negocio han alcanzo todos los límites a su alcance para desarrollarse, generándose una disfunción entre los requisitos de los modelos de negocio actuales y los clásicos.
Del mismo modo que los dinosaurios, los actuales modelos de negocio se enfrentan ahora unos cambios radicales, a nuevas necesidades y escenarios poco imaginables hace apenas una década.
Las empresas, para adaptarse a este nuevo entorno, deberán ser lo suficientemente inteligentes para aprovechar todo el potencial de toda la organización para poder subsistir en entornos tan cambiantes, críticos y competitivos.
Es necesario considerar un nuevo enfoque, que pasa por construir capacidades para un crecimiento más rápido, atraer y retener a las mejores personas, gestionar el conocimiento y el talento, desarrollar líderes y convertirse en empresas globales , innovadoras y con capacidad para generar valor.
Y este nuevo enfoque nos obliga a crear cultura innovadora, A facilitar la interacción entre las perspectivas externas y capacidades internas y prácticas de una organización, mirando más allá de lo obvio, y conseguir inspirar la imaginación corporativa para explorar una amplia gama de nuevas posibilidades.
Procesos innovadores diseñados y gestionados para crear alineación estratégica, es decir, el apoyo entusiasta de todas las personas que forman una organización para impulsarla a nuevos objetivos, estrategias y acciones.
Nuevas figuras que actuando como “arquitectos empresariales” permitan diseñar y construir nuevos entornos de empresa y modelos de negocios basados en la innovación, el conocimiento y la experiencia en el desarrollo de nuevos modelos de negocio. Crear sinergias de mercado y dotarse con equipos humanos para llevar a cabo la estrategia hacia los nuevos objetivos.
Preocuparse en conocer y satisfacer las necesidades reales de consumidores y clientes (actuales y potenciales) así como la dinámica competitiva de mercado (cada vez más ágil y voraz) y preparar la empresa para impulsar nuevas ideas y estrategias.
Y es que al objetivo final es sentar las bases más allá de la innovación continua; sentar las bases de la ventaja competitiva continua que nos permita evitar el peligro de extinción, y … que los dinosaurios sean otros.
Jordi Macías
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