- No informarte de todas las posibilidades que hay antes de empezar. Existen ayudas, subvenciones, miles de posibilidades de las que debemos informarnos antes de empezar y ahora, en la era de la comunicación, no tenemos excusa.
- Empezar endeudado. Empezar debiendo es un error, es una preocupación más en la que pensar cada noche y ya tendremos bastantes. Lo que más necesitamos invertir es tiempo en la creación de una startup.
- Pensar que eres empresario sin tener conocimientos. Todo empresario es emprendedor, pero no todo emprendedor es empresario, y es un grave error empezar una empresa sin tener conocimientos básicos de cómo desarrollar el negocio.
- Empezar con muchos socios. El número ideal de socios es menor de dos y mayor que cero.
- Contratar a gente que sólo quiere un puesto de trabajo. Necesitamos gente motivada y motivadora.
- Contratar al primer amigo que te encuentras.
- No contar las ideas. Cuando tengas una idea, cuéntala. No pienses que son chorradas, el miedo no sirve para crecer.
- Pensar que las redes sociales son lo mejor del Marketing. Son geniales, pero hay que hacer un plan para mantenerlas.
- Olvidarse del Marketing. Si no tienes un plan para llegar a la gente, no interesa.
- No validar el modelo de negocio al empezar. Siempre hay que tener claro qué puedes ofrecer, cuáles son tus clientes ideales, etc.
- Olvidarse de la innovación. Hay que ser flexibles a la hora de cambiar. Una empresa debe evolucionar constantemente. Si no es así, muere.
- Pensar que las startups solo son de base tecnológica.
Espero que la experiencia de Elena Benito os sirva, si estáis pensando en emprender vuestra startup. ¡Suerte!
Fuente: Valenciaplaza Publicado en Incubaweb
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