La publicidad no puede ser la única fuente de financiación de una start-up.
Los modelos van desde el comercio electrónico hasta las suscripciones,
pasando por multitud de negocios online que, copiados del mundo real -o
mejor, reinventados online- ofrecen fuentes alternativas de ingresos.
Las start-ups españolas tienen demasiada fe en la publicidad.
Cada día hay más soportes y es más complejo el poder competir
simplemente con páginas vistas. Hay que ser más creativos, iniciar el
diálogo con los clientes y conseguir que estén dispuestos a pagar por algo que les ofrecemos.
En muchos casos, después del esfuerzo inicial de captación de cierta masa crítica de unos cuantos cientos de miles de usuarios, la conversión del usuario en cliente lleva
meses de pruebas y errores hasta que se entiende bien lo que quiere y
por qué está dispuesto a pagar. El camino es imprescindible y merece la
pena.
No creamos que simplemente por ser usuarios se convertirán en clientes porque nos venga bien a nosotros; es un proceso lento, de prueba y error, y hay que atacarlo cuanto antes.
Rodolfo Carpintier
No hay comentarios:
Publicar un comentario