Oficiosamente el 15 de noviembre todo tiene que estar preparado para que los consumidores preparen sus mesas para los días festivos o compren los detalles para los amigos o familia. Lo que no esté preparado para esa fecha, prácticamente diremos que no se venderá o tendrá más problemas porque la competencia habrá ocupado el lugar privilegiado de venta.
Además es importante ser previsores pecando de más que no de menos, es decir, que debemos asegurarnos de que el canal de distribución tenga stock más que suficiente por si estas navidades se venden más nuestros productos. En el hipotético caso de que no se acabarán todos nuestros artículos, sería una oportunidad única para que la empresa de la competencia, vendiera el suyo haciéndonos perder dinero.
No obstante, cada empresa aborda esta época de una forma. Por regla general, hay dos estrategias de negocio:
- Adelantar la campaña de navidad a fechas más tempranas para fomentar la venta. Esto es por ejemplo lo que hace Loterías y Apuestas del Estado con los boletos para el 22 de diciembre que comienza a vender en verano para aprovechar los viajes de verano para vender.
- Concentrar toda la fuerza en el último spring. Algunas empresas consideran que no es rentable alargar la campaña de navidad. Para ellas lo más importante es reunir todos los esfuerzos en estos últimos días cuando las prisas motivan las compras más impulsivas.
Un artículo publicado en Muy Pymes
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