Tomar la decisión de dar a cada accionista la parte que le corresponde o no es importante para la vitalidad de la empresa. De hecho, en muchas ocasiones el reparto de dividendos se asocia con el debilitamiento de un negocio. No obstante, no tiene por qué ser así, está claro que esta decisión debe tener un buen análisis por detrás.
LideraTv nos habla esta semana del reparto de dividendos, una decisión complicada de tomar por las consecuencias que puede tener. De hecho, en la mayoría de los casos las empresas prefieren tener el dinero dentro de sus arcas por si llegan tiempos peores.
Normalmente se dice que el único dividendo que debe salir es el del salario. Con esta premisa se supone que la liquidez del negocio debería estar garantizada para que se pueda reinvertir en nuevos productos, innovación o fortalecer la empresa en otras áreas.
Existen conocidos casos de dividendos. Es el caso de Starbucks que no hace mucho tiempo decidió dar 0,10 dólares por cada acción. Esto supuso una bajada de la cotización en bolsa por la desconfianza de los inversores. Sin embargo, el CEO de la compañía salió a la palestra a afirmar que esta acción era un símbolo de fortalecimiento y que la cadena seguiría abriendo establecimientos y creciendo.
Con este ejemplo podemos ver lo vulnerable que puede ser un negocio a este tipo de cambios que pueden llevarnos por el buen camino animando a nuestro inversores a seguir o directamente hundirnos en el fracaso por el debilitamiento de imagen. De ahí, que sea una decisión a tomar con mucho cuidado.
Muy Pymes
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