En los tiempos que corren, uno de los mayores peligros a los que se enfrentan los freelance son los impagos. Por ejemplo, en España la morosidad es ya del 5%, es decir: 1 de cada 20 clientes no paga. Para evitar que algún caradura se aproveche de tu trabajo y luego no quiera pagarte, sigue estos consejos:
1) Exige el pago por adelantado: es la mejor forma de evitar un impago, especialmente en clientes nuevos. Puede que te parezca una condición muy agresiva, pero en la situación actual muchos clientes lo entenderán.
2) Pide una parte por adelantado: una variante del sistema anterior es acordar el pago del 50% del presupuesto antes de empezar y el resto al terminar. Si sufres un impago… ¡al menos habrás cobrado la mitad de tus honorarios!
3) Firma un contrato: en el caso de que el cliente no acepte el pago por adelantado, refleja las condiciones del trabajo en un contrato y mándaselo para que te lo firme antes de empezar. Así tendrás un compromiso por escrito.
4) Pacta un presupuesto: si no ves claro lo de preparar un contrato, al menos envía al cliente un presupuesto u hoja de pedido con las condiciones del trabajo y pídele que lo acepte por correo electrónico o fax (nunca por teléfono).
5) Cuidado con los clientes lejanos: a la hora de reclamar, ten en cuenta que es más complicado si el cliente está ubicado en otro país o lejos de tu domicilio. En muchos casos, para reclamar debes personarte en la jurisdicción del cliente.
6) Concreta los medios de pago: en la situación actual, lo mejor es cobrar en efectivo o mediante transferencia bancaria o Paypal. Los cheques, los pagarés y las cartas de pago son papel mojado si el titular no tiene fondos en sus cuentas.
7) Cuidado con los pagos internacionales: recibir cobros de otros países es difícil y costoso. Los bancos aplican comisiones elevadas por las transferencias internacionales y por cambiar divisas. Asegúrate de que el cliente las asume.
8) Haz un análisis de riesgo: antes de aceptar un encargo de un desconocido, investiga en Internet. Hay empresas que se dedican sistemáticamente a no pagar a sus proveedores, pero esto deja un historial de quejas en Internet.
9) Reclama tu dinero: si por desgracia tropiezas con un moroso, no te rindas. Dispones de varios métodos legales para reclamar la deuda, como presentar una demanda de juicio monitorio) (un procedimiento que no requiere abogado).
10) Ve con mucho cuidado: en cualquier caso, un moroso profesional es experto en engañar a los demás. Así que desconfía de los proyectos poco definidos, promesas vagas o condiciones súper generosas. ¡Que no te estafen!
Escrito por Roger Garcia - www.redactorfreelance.es
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