martes, 11 de septiembre de 2018

Netflix y la competencia: la historia del Coyote y el Correcaminos

Siempre han existido expertos que han señalado que el modelo de negocio de Netflix acabará cayendo por su propio peso, al necesitar de una gran inversión económica constante, que impide el crecimiento. Pero nadie puede negar el éxito de la plataforma de streaming, cuyas acciones probablemente empiecen a crecer, después de una caída producida en el último mes.


El entretenimiento ha cambiado de forma espectacular en los últimos tiempos. Antes, el éxito de una cadena se traducía en el número de ojos que se quedaban embelesados viendo sus programas cada noche. Ahora, el número que realmente importa es el de los suscriptores que se consiguen ganar y retener mes a mes. Y ahí reside el éxito de Netflix.


Por ello, Netflix tan solo necesita mostrar el número de suscriptores, cada vez mayor, y no tiene ninguna necesidad de enseñar sus beneficios. Los beneficios acabarán viniendo, en cuanto consiga mantener al número suficiente de suscriptores que paguen por su contenido a altos precios.
El mayor riesgo para la plataforma de streaming es no entender las necesidades y expectativas de sus suscriptores, uno de los motivos de la caída de sus acciones un 14% el pasado trimestre. Pero Netflix ha sobrevivido a muchas caídas en los últimos años y siempre han seguido hacia delante, como recuerda The Wall Street Journal.
Probablemente, la compañía conoce a sus suscriptores mejor que nadie, gracias a su algoritmo. De esta manera, es capaz de mantenerles siempre contentos y esa es la principal diferencia con su competencia.
Quizás, el único que pueda alcanzar al gigante del streaming sea Disney, cuya plataforma propia llegará el próximo año. Pero todavía tendrán que asentarse, conseguir audiencia, además del hecho de que una buena parte de su contenido todavía tiene licencia exclusiva con Netflix.
Quizás la mayor fuerza de esta compañía sea precisamente su papel líder. Le permite seguir atrayendo talento (robándoselo a gigantes como Disney, como ha ocurrido con Shonda Rhimes, o 21st Century Fox, como demuestra Ryan Murphy). Para romper este círculo vicioso, esta pescadilla que se muerde la cola, se necesitará un competidor tremendamente poderoso. Todavía está por verse si Disney (o cualquier otro) está a la altura de este heroico reto.

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