Te contamos cómo ser un empleado productivo sin sacrificar tu vida personal. Sencillos hábitos que te permitirán sobresalir en tu puesto de trabajo sin tener que hacer que tu jornada laboral se extienda más de la cuenta. A menudo, cuando intentamos resultar más productivos en nuestras vidas profesionales, pensamos que los más eficaz es pasar largas jornadas de trabajo que se extienden más allá de nuestro horario laboral. Llegar los primeros y ser siempre los últimos en marcharse o en apagar sesión pueden ser sello distintivo de los empleados estrella.
Pero parece ser que según expertos, este tipo de estilo de vida no es necesario para el éxito, el crecimiento o la satisfacción en el trabajo que ansías. De hecho, lo normal es que te perjudique.
Si quieres ser un trabajador más productivo pero al mismo tiempo disfrutar de tiempo libre lo único que debes hacer es aprovechar al máximo tu jornada laboral. Siempre que cuando estés en la oficina estés a altos niveles de rendimiento, finalizando tus tareas y cumpliendo plazos, comenzarás a ser el ojito derecho de tus superiores.
Estos son los tres hábitos que deberías empezar a hacer para ser productivo en tu trabajo sin sacrificar tu vida personal:
Mantente comprometido
Muchas veces podemos ir a una reunión y aprovechar parte del tiempo para responder correos pendientes o avanzar trabajo. Incluso parte de nuestro descanso, mientras nos juntamos con el resto de compañeros seguimos mirando el móvil y actualizando tareas.
Pero en realidad una actitud menos ausente nos aportará más beneficios. Estar presente en las reuniones y en todas las otras conversaciones que tenga, nos mantendrá activos y aumentará nuestras relaciones sociales y engagement. En las reuniones realiza preguntas, brinda retroalimentación útil y manten una actitud de escucha activa.
De esta manera no solo comenzarás a estar más conectado con otros compañeros y áreas de trabajo, además parecerá que realmente estás involucrado y comprometido en tu puesto de trabajo, algo que desde arriba siempre se valora.
Aprende a decir no
Prestar una mano a un colega u ofrecerte voluntario para liderar un nuevo proyecto son características que te ayuden en tu reputación profesional, y si además puedes anticipar las necesidades y ofrecer tus servicios antes de que alguien tenga que preguntar, esto será mucho más valorado.
Pero no se trata de estar siempre dispuesto a asumir el trabajo extra que se presenta. Entre decir que sí a todo o responder “Ese no es mi trabajo” hay como siempre un punto medio. Y es que ser constantemente una persona que asume la carga extra de trabajo o aquellos”marrones” que nadie quiere pueden volverse en tu contra.
Antes de sentirte desbordado y comenzar a realizar un trabajo de peor calidad o a no poder cumplir los plazos y fechas marcadas comienza por decir “no”. Cuando te presenten posibles nuevas tareas extra que no eres capaz de asumir, simplemente se sincero y comenta que aceptarlas podría repercutir en el nivel de tu trabajo. Esto siempre te ayudará a mantenerte en un óptimo estado de productividad sin afectar a tu tiempo libre.
Conoce a tu jefe
Puede darse el caso de que en ocasiones nuestra relación con los superiores sea escasa o distante. Pero aunque parezca que esto es lo normal es un error evidente.
Las reuniones o charlas frecuentes con tu jefe pueden ayudarte a la hora de conocer tus progresos, solicitar ayuda, discutir objetivos profesionales o simplemente conocerse mejor.
Tomar estas reuniones en serio le asegurará a tu jefe que, de hecho, está haciendo lo que se supone que debe hacer, y también será señal de que te importa tu trabajo y tu empresa. Y cuidar estos aspectos es un elemento crucial para ser un buen empleado.
Por ello asumir este sencillos hábitos para ser más productivo sin sacrificar tu tiempo hará que aunque a veces sí toque hacer más horas, lo normal es que puedas ser un trabajador estrella y vivir una vida fuera del trabajo.
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