Hace algunos meses asistí a uno de esos eventos de exaltación dospuntocerolense que tanto abundan. Aquello era todo un "festival de la C". Colaboración, conversación, contribución… Solo faltaba una guitarra y una hoguera para que todos acabásemos cantando.
No voy a negar que este tipo de actos me asustan un poco. Tengo la sensación de estar rodeado por personajes de La invasión de los ladrones de cuerpos. Todo es perfecto excepto en una cosa: Que es demasiado perfecto.
Al finalizar la ponencia del gurú-guiri de turno, un inconsciente, despistado o alguien que no había sido abducido, preguntó algo parecido a esto: "Y aquí, ¿cómo se gana dinero?". Hubo una exclamación de asombro y disgusto. Me temí lo peor. Pero al final, todo quedó en un susto. Y aquel insensato se quedó sin respuesta.
Lo cierto es que en el mundo de la Red, hablar de dinero o de otro tipo de contraprestaciones es un tema tabú. Aunque digan que estar en Internet es gratis, en realidad no es así. Si quieres llegar a "ser alguien", debes pagar tu diezmo. Lo de la colaboración significa que debes estar proporcionando información, contenidos o algo valioso de forma constante. ¿Y qué ganas a cambio? Pues ahí está el problema. Ahí topamos con el dichoso potencial. Se supone que algún día recuperaremos parte de lo invertido (especialmente tiempo), pero mientras tanto nos vamos haciendo viejos.
Cada día que pasa estoy más convencido de que los únicos que ganan dinero en Internet son quienes te prometen que te van a hacer ganar dinero en Internet. Proliferan indocumentados que te hacen tragar esa estupidez de que si no estás en La Red no existes.
Me temo que si muchos empresarios no se meten de lleno en este mundillo no es porque sean tontos, sino todo lo contrario.
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