miércoles, 3 de octubre de 2018

4 técnicas de brainstorming para innovar en tu negocio

El brainstorming o lluvia de ideas es uno de los métodos de innovación y creatividad más famosos del mundo. Te proponemos cuatro variantes de la técnica que puedes aplicar para generar ideas de forma orgánica. El brainstorming es uno de los métodos más efectivos para canalizar la innovación, buscar soluciones al bloqueo creativo o trabajar de forma conjunta explorando nuevas soluciones para problemas que surgen con proyectos, servicios o productos. Una de las claves esenciales es que la lluvia de idea se desarrolle de forma orgánica o natural, sin que sus miembros experimenten presión, perciban el espacio como no seguro o existan jerarquías dentro del proceso creativo
Si estás buscando nuevas técnicas para que tu equipo pueda innovar, te proponemos algunas variantes para perfeccionar y diversificar el brainstorming. Estos cuatro métodos mejorarán la fluidez en el intercambio de ideas y sembrarán nuevos caminos para llegar a soluciones de lo más variado

4 maneras de aplicar el brainstorming en tu empresa

  • Lluvia de ideas a la inversa: No siempre hay que aplicar la ruta tradicional de brainstorming, si no que puedes optar por un enfoque no convencional y apostar por el brainstorming negativo o a la inversa. En ella, en lugar de buscar soluciones a un problema, pueden discutirse las posibles formas de causarlo, invirtiendo el enunciado del problema y diseccionando esas ideas. Lo interesante es escribir lo contrario de cada día e invertir las características para ver el lado positivo, detectando oportunidades para resolver cada problema.
  • Intraemprendimiento: Se trata de una manera de inspirar a cada empleado individual para que se ponga en el lugar de un emprendedor y asuma su rol, fomentando la toma de riesgos y dando poder a sus ideas y decisiones. Este cambio de mentalidad incita a que los miembros de un equipo se atrevan a imaginar soluciones disruptivas para su industria, sacando a la luz su ingenio y tejiendo redes entre sí. Una idea interesante es proponer un proyecto piloto para que ellos mismos diseñen un plan de negocio.
  • Pensamiento divergente: Se trata de un proceso de pensamiento de generar ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones. Consiste, por tanto, básicamente en “jugar”, partiendo de la diversión para generar muchas ideas en una pequeña cantidad de tiempo, creando conexiones inesperadas. Las personas idóneas para desarrollar este tipo de pensamiento -que por su parte, se puede estimular- se caracterizan por su inconformismo, curiosidad, persistencia y voluntad de asumir riesgos.
  • Perspectiva colaborativa: Sin llegar a realizar el brainstorming puramente dicho, aplicar las bases de la técnica es fundamental para hacer que los nuevos empleados contratados se sientan cómodos o para que los proyectos lleguen a buen puerto. La clave reside en que la cultura corporativa se base en un principio de colaboración y no de competencia. Algunas ideas son programar salidas y eventos de ocio especiales con la llegada de un nuevo empleado, dedicar cinco minutos al día para resumir problemas y compartir ideas o utilizar herramientas de software colaborativo como Slack o Trello.
Fuente | Business.com

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