viernes, 31 de enero de 2014

¿Emprenderías sin dinero?

La pregunta que todo emprendedro debería plantearse es si es posible emprender sin dinero. La respuesta más inmediata sería decir que no.
Para todos aquellos que suscriban esta respuesta que sepan que están equivocados. Hay dos formas de emprender, gastando tus recursos y esfuerzos en buscar financiación, lo cual no está mal si es el objeto de tu actividad o, por el contrario, dedicarte a tu negocio y vender tus productos y servicios.
En esta última línea se inscribe el bootstrapping, una alternativa a la financiación convencional que demuestra que emprender sin dinero es posible.

jueves, 30 de enero de 2014

¿Un código de buenas prácticas es un elemento para construir la reputación de una marca?

¿Por qué esta pregunta? Según hemos podido saber este mes de enero, el potente lobby español de la industria farmacéutica ha estrenado un nuevo código de buenas prácticas para el sector. Según han dicho, dicho código ha de servir para "reforzar la transparencia en las relaciones de los laboratorios con los profesionales sanitarios". También se ha hecho para "reforzar y potenciar la confianza en el sector sanitario".
Es cierto que la reputación del sector farma no pasa por unos de sus mejores momentos y es cierto que se necesita ampliar la transparencia al máximo, por que así lo demandan los ciudadanos.
El sentido que tiene un código de buenas prácticas es el de ser una herramienta para ser aplicada y puesta en práctica ya que si no se puede caer en el problema de muchos documentos corporativos de las organizaciones que acaban siendo papel mojado.

miércoles, 29 de enero de 2014

Microemprendedor, soloemprendedor, micronegocios

La forma canónica de desarrollo de una startup es la que propone Steve Blank en su metodología Customer Deevelopment:
  1. Encontrar un cliente con un problema que merece la pena resolver.
  2. Encontrar una solución que el cliente considera que es adecuada para su problema.
  3. Crear una maquinaria de ventas que permita conseguir clientes de manera sostenida.
  4. Convertir este negocio en una empresa y hacerla crecer todo lo posible.
Normalmente esto implica buscar inversores y, en la fase 4, incorporar gestores profesionales que conviertan tu startup en una gran empresa. Muchas veces, el equipo fundador vende su parte de la empresa y se lanza a crear una nueva, porque la gestión de una gran empresa tiene poco que ver con la creación de una startup.
Pero cada vez hay más gente que piensa que hay otra forma de hacer las cosas. Gente que se llaman a sí mismos microemprendedores, o soloemprendedores, o bootstrappers, o micro-ISVs si su negocio es el software. El objetivo de estos emprendedores no es crear una empresa lo más grande posible, sino plantarse en el punto 3 del customer development y renunciar al crecimiento.
Esto no es lo mismo que ser freelance o crear una agencia. Un freelance o una agencia de servicios vende horas de trabajo de una o más personas. Los microemprendedores crean negocios en los que venden productos o servicios estándar: software as a service, infoproductos, comercio electrónico… Patrick McKenzie (más conocido como patio11 en sitios como Hacker News), por ejemplo, ha desarrollado una aplicación que recuerda citas para negocios como clínicas, peluquerías, etc. Él es el único empleado, responsable del desarrollo, del marketing, de ventas, de soporte a clientes…
En realidad, un micronegocio puede estar creado por un equipo de dos personas, a veces alguno más. Pero la idea es siempre, como dice Rob Walling, Start small, stay small. Es decir, empezar pequeño y seguir pequeño.
Desde otro punto de vista, muchas veces el microemprendedor lo que se plantea es un “lifestyle business”, es decir, un negocio que le permite llevar el estilo de vida que quiere. A veces puede ser un “side business”, un negocio al que dedicas las tardes o los fines de semana y complementa tu trabajo habitual, porque te divierte o porque te viene bien el ingreso adicional. Otras veces es un negocio a tiempo completo, pero en el que el microemprendedor controla qué significa “tiempo completo”: ¿ocho horas al día? ¿diez? ¿cinco? ¿cuatro días a la semana? ¿cuatro horas a la semana?
Obviamente, hay negocios en los que es cierto eso de “crece o muere”. Uno no puede crear un equivalente a Twitter o Facebook y pensar que va a ser un negocio que puedan llevar dos o tres personas. Para tener éxito como microemprendedor tienes que pensar desde el principio en un negocio de nicho, algo en lo que puedas ser relevante teniendo solo unos pocos cientos o miles de clientes.
Afortunadamente, ahora hay muchos recursos para los que tengan vocación de microemprendedores. Puedes subcontratar fácilmente y por un precio muy reducido aquellas partes del negocio que no sabes, no quieres o no puedes hacer. Puedes hacer que un negocio dirigido a un público hiperespecializado funcione encontrando a esos clientes en todo el mundo.
Y lo mejor de todo: puedes controlar los riesgos que asumes. No tienes por qué seguir la vía épica de “Silicon Valley”: dejar el trabajo, invertir todos tus ahorros en tu startup, trabajar 100 horas a la semana, doblegarte ante los inversores, rezar para que la venta o la nueva ronda de financiación lleguen a tiempo… En un micronegocio puedes decidir cuánto tiempo y cuánto dinero inviertes, sabiendo que si lo que intentas no funciona eso no va a tener un impacto decisivo en tu vida, y que podrás probar otro negocio, y otro, hasta encontrar algo que te funcione.
Y sí, probablemente renuncias a ser rico como Jobs, Gates o Zuckerberg. Pero si tu objetivo no es ser rico sino vivir bien, tienes muchas más probabilidades de conseguir siendo un microemprendedor que soñando con ser portada de Wired.

martes, 28 de enero de 2014

5 Señales De Que No Estás En El Camino Hacia El Éxito

Stephen Key es un inventor, autor, orador y co -fundador de InventRight, LLC. , Una compañía con sede en Glenbrook , que instruye a los empresarios en la forma de llevar las ideas al mercado. Ha escrito un artículo con el que, creo, muchos de nosotros por podemos sentir identificados en alguna etapa de nuestra vida profesional y, por qué no, personal. Lo he traducido porque, de verdad, es muy interesante, espero que os guste:
Mientras que muchos de los Emprendedores que he conocido y en los que he ejercido de mentor en la última década han tenido éxito, probablemente he conocido a muchos más Emprendedores sin éxito. Cada uno de ellos parecían cometer muchos de los mismos errores – algunos que podrían remediarse con facilidad – que cuando se dejan sin tratar, pueden significar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Aquí hay cinco señales por las que impides tu propio camino hacia el éxito y cómo apartarse de ellos y dejarte a ti mismo ser lo mejor que puedas ser:
1. Eres incapaz de completar una tarea antes de iniciar una nueva.
Algunos emprendedores simplemente no pueden terminar. Por la razón que sea, no importa la cantidad de tiempo que tengan o cuántos recursos tengan a su disposición, no pueden concentrarse y conseguir algo terminado. Tal vez sea el miedo a que su producto final podría ser mejor o la preocupación de que no sea perfecto y que no será capaz de realizar cambios más adelante.

lunes, 27 de enero de 2014

Emprendedor que se duerme, se lo lleva la corriente

La mayor parte de la gente te dirá que más importante que la idea emprendedora es la ejecución. Y es cierto pero además también es importante que la ejecución sea rápida, porque el mercado se mueve constantemente y al emprendedor que se duerme se lo lleva la corriente.
Es evidente que no hay que precipitarse y que poner en marcha un negocio exige una planificación lo más adecuada posible, pero sin caer en el error de la parálisis por análisis o en una demora de los plazos de ejecución que pueden llevarnos a salir cuando ya no haya mercado para nosotros.
Una gran parte de los negocios tecnológicos tienen fecha de caducidad, eso obliga a las empresas del sector a innovar y reinventarse continuamente. Los avances en la materia, los cambios de hábito de los consumidores y la velocidad con la que se puede mover nuestra competencia nos obligan a unaevolución permanente, si estamos en la fase de proyecto esta circunstancia juega en nuestra contra con mayor virulencia.