viernes, 5 de noviembre de 2010

El enemigo en casa

A lo largo de nuestras vidas nos encontramos con multitud de situaciones a las que enfrentarnos, y por supuesto en nuestras carreras profesionales o en nuestras empresas, no estamos exentos de afrontar esas situaciones, y una de las situaciones que hemos de gestionar es la de lidiar con los enemigos que nos encontraremos con el camino.

Enemigos todos tenemos en la vida, solo cambia el grado de intensidad de animadversión y de cantidad de enemigos, algunos tendrán un vida más plana o menos conflictiva, y otros somos unos auténticos especialistas en coleccionar enemigos, distintas cantidades pero las mismas estrategias al fin y al cabo. Yo personalmente siempre he defendido la estrategia de ser implacable con el enemigo, aprovecharme de las ventajas que aporta tener enemigos, pero en ocasiones eso cambia cuando el enemigo está en casa.

Aquí no voy a entrar a valorar como combatir al enemigo pues ya lo he expuesto en muchas otras ocasiones, ni en como el enemigo puede servirnos de plataforma de posicionamiento, reafirmación o servirnos a nuestros intereses. Tampoco voy a entrar a analizar el como para mi un enemigo no es nada más que una pieza más de la partida, y que cuando termina el juego el enemigo puede ser el mejor amigo, y como extensión decir que como dice el dicho hay que tener amigos hasta en el infierno, aquí quiero hablar de cuando a quien nos enfrentamos no está fuera, esta en nuestro entorno más directo.

Si por ejemplo formamos parte de una empresa o somos profesionales liberales y nuestro enemigo es otra empresa, un colega de profesión lejano, un cliente insatisfecho o alguien lejano que nos odia la respuesta es fácil y además ganaremos adeptos en la guerra, ahora bien si por aquellas cosas el enemigo es un colaborador cercano, un empleado rebotado o alguien de dentro o cercano a la misma organización tendremos que tener más tiento.

Y digo lo anterior pues yo siempre he sido partidario de ser directo, expeditivo y sin disfraces, de tirar para adelante con todo y con todos y ganar la batalla. Pero cuidado, pues según como gestionemos a este enemigo interno lo que podremos provocar es una guerra civil, y eso es muy distinto que una guerra contra un enemigo exterior, y puede tener incalculables consecuencias, pues ya que cuando luchamos contra un enemigo exterior el objetivo es común, en las guerras internas el objetivo común no existe.

Un ultimo apunte sobre las guerras con los enemigos y que sucede del mismo modo en las guerras reales del mundo, como en las internas de cada profesional y de la empresa. Hoy en muchas ocasiones el rival se ha vuelto virtual, se diluye y esconde y nos hace la guerra por canales nuevos que hacen que el enemigo pierda figura y se nos aparezca como un ente al que realmente no sabemos a quien nos enfrentamos. Esto genera nuevos retos y también nuevas oportunidades, nos enseña nuevas formas de luchar, aunque bien es cierto que pierde el glamour de las batallas de antaño a cara descubierta, y es que en el mundo actual nuestro mejor enemigo puede estar en casa y sin (en teoría) nosotros saberlo.

En Pymes y autónomos

jueves, 4 de noviembre de 2010

Guy Kawasaki: “Si no pruebas, no sabrás si estabas equivocado”

Es probable que, por el entusiasmo de los aplausos cuando subió al escenario, Guy Kawasaki fuese una de “las mentes brillantes” más esperadas de El Ser Creativo. El creador del marketing devocional de Apple dedicó sus 21 minutos, clavados (ni un segundo menos ni un segundo más), a la innovación.
O, como él lo llama, al “arte de la innovación”. ¿La fórmula para alcanzarlo? Lo explicó en estos 10 puntos (aunque parece que la innovación, como la entiende Kawasaki, no ha innovado mucho porque su discurso es prácticamente idéntico a un post que escribió en enero de 2006).

Make meaning.Los innovadores son los que quieren hacer un mundo mejor”.
Jump to the next curve. “La innovación se produce cuando uno salta a un escalón superior. No vale cuando se queda en su misma curva. No es una cuestión de hacer las cosas un poco mejor. Hay que hacer cosas mejores”.
Make it great! La motivación debe ser buscar la genialidad. Hay que desear cambiar el mundo y crear productos que se caractericen por su profundidad (capacidad de evolucionar y dar poder al usuario), inteligencia, ser completo y elegante (el diseño es imprescindible y la usabilidad también).
Don’t worry. Be crappy!No temas al fracaso. Y no esperes a sacar un nuevo producto cuando ya esté perfecto. El mercado te habrá sobrepasado. En el negocio de la tecnología primero se lanzan las cosas y después se van desarrollando”.
Let 100 flowers blossom.Deja que las cosas florezcan”. La decisión final sobre el uso de una cosa no la tiene el inventor. La tiene su usuario. Mantén la mente abierta para aceptar y observar para qué utilizan las personas el producto que inventaste“.
Polarize People.No tengas miedo de polarizar a las personas. Unos amarán tu producto. Otros lo odiarán. Es lo habitual y lo único realmente negativo es la indiferencia”.
Churn, baby churn.Mide el valor de tu producto y esfuérzate en mejorarlo. La primera versión no es la mejor”.
Nyche thyself.Si haces lo mismo que los demás, tendrás que competir en precio. Si haces algo distinto, algo mejor, podrás competir en calidad. Haz algo único”.
Follow the 10-20-30 rule.Para explicar tu proyecto utiliza 10 slides en 20 minutos máximo. Utiliza tipos de letra suficientemente grandes. Los capitalistas y los business angels son cada vez más jóvenes. Utiliza su forma de comunicarse”.
Dont’ let the bozos grind you down.No hagas caso a los sabiondos. No escuches cuando te digan: ‘No hagas eso, Eso no funcionará…’. No hagas caso a los looser. El problema es que a algunos looser (perdedores) se les reconoce. Los que conducen coches oxidados y puedes verle la caspa. Pero hay otros que te pueden engañar porque son ricos, van en cochazos, bien vestidos… y te los puedes llegar a creer. La mayor parte de las veces la gente rica y poderosa es gente afortunada. No es gente inteligente”.
Pero ¿cómo nos protegemos de la gripe (o, en este caso, de los looser)? “Evita a la gente que tiene gripe”.
Y, como conclusión (y si ya has olvidado los 10 puntos anteriores), quédate con esto: “Si no pruebas, no sabrás si estabas equivocado. Sólo los que prueban pueden cambiar el mundo”.

Un artículo publicado en Yorokobu

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Enamorarse de uno, enamorarse de lo que hacemos

No hay nada que sea más motivador y que nos permita impulsarnos más allá en nuestras metas y objetivos profesionales que el creer en lo que hacemos y gustarnos en lo que hacemos. Cuando nos gustamos como profesionales, y cuando nos divertimos haciendo lo que hacemos como profesionales, las cosas adquieren otra dimensión y fluyen de otra manera.

Afirmo rotundamente que el amor por uno mismo, y que el reconocerse y premiarse uno mismo sin esperar ningún reconocimiento y aprobación de los demás es una de las actividades más saludables que podemos realizar, entendido siempre está que no perdamos la noción de la realidad.

Es decir, uno de los (graves) riesgos que corremos los que nos damos palmadas nosotros mismos y nos felicitamos, y casi nos besamos al espejo por nuestros logros profesionales, es precisamente caer en el riesgo que acabo de caricaturizar, el riesgo de ensimismarnos con nuestra propia realidad, delante de un espejo, como unos tortolitos con nosotros mismos y que ello nos haga perder el contacto con la realidad.

¿Y tiene que importarnos la realidad?, no, la realidad y lo que piensen los demás tiene que darnos absolutamente lo mismo, sea bueno o malo lo que digan los demás, incluso por muy bueno que sea siempre será externo, nuestro amor siempre será interno. Ahora bien este desden por la opinión ajena, tiene que ir acompañado con no perder el contacto con nuestras propias limitaciones, etc., pues si perdemos ese contacto, dejamos de auto motivarnos y autopropulsarnos y corremos graves riesgos incluso de equilibrio personal.

En Pymes y autónomos

martes, 2 de noviembre de 2010

El secreto del éxito de la publicidad online de Google

A pesar de que las redes sociales están acaparando gran parte de la atención de los usuarios de internet, el negocio de las búsquedas y la publicidad online sigue siendo dominado por el gran gigante de la red, Google.

Actualmente, Google acapara un 66% de la cuota total de las búsquedas de internet consolidando así su dominio de las búsquedas a pesar de los intentos de sus competidores por arrebatarle su hegemonía.  En este sentido, Facebook y Bing han anunciado una alianza estratégica para mejorar los resultados de las búsqueda en Facebook. Sin embargo, son muchos los que consideran que con ello están cometiendo el mismo error que otras muchas compañías de búsqueda cometieron en el pasado. Para ello hay que concebir a Google desde un prisma diferente y no exclusivamente como una empresa de búsquedas.

La razón de que los ingresos de Google aumentaran hasta un 23% durante el último trimestre es sencillamente debido a la relevancia y fortaleza de su propio modelo publicitario. En este sentido Google desempeña una mejor labor a la hora de hacer coincidir sus anuncios con lo que realmente los usuarios están buscando. Aumentando con ello tanto su relevancia como la efectividad esperada por los anunciantes.

Hemos de tener en cuenta que Facebook están generando una gran cantidad de tráfico pero sus ingresos publicitarios por impresión de página son realmente pequeños en comparación con Google. Por otro lado, Bing representa un 11,2% de la cuota total de las búsquedas de internet pero sus ingresos de publicidad en las búsquedas no corresponden, ni siquiera alcanzan, la mitad de este porcentaje.

Llegado a este punto resultaría fácil definir a Google casi como un motor de publicidad encubierta más que como una empresas de búsquedas. Su metamorfosis se ha desarrollado con el paso de los años hasta el momento exacto en el cual, el buscador encontró la fórmula perfecta para establecer un robusto y sólido modelo de negocio basado en la publicidad.

De hecho rara es la vez que Google anuncia mejoras o cambios drásticos en su sistema publicitario en cuanto a mejorar la calidad de los propios anuncios se refiere. La razón es sencilla y simplemente se basa en mantener unos mecanismos y metodologías que están funcionando a la perfección, ofreciendo grandes resultados de rentabilidad y efectividad tanto para la compañía como para las empresas anunciantes.

Esto en gran parte reside más que en una fórmula en los principios de los conceptos básicos tal y como comentábamos en un reciente artículo. A diferencia de los buscadores, la intención y el uso aplicado que los usuarios mantienen en las redes sociales como Facebook es "Conversar y Contactar" a diferencia de lo sucede con quienes utilizan los buscadores para "Buscar y Encontrar". Un aspecto que desequilibra la balanza a favor de una mayor efectividad de sus anuncios publicitarios. Por que no confundamos. Háblamos de publicidad y no de otro tipo de estrategias basadas en estas herramientas sociales.

En este sentido, algunos estudios como el desarrollado por Inside Facebook, señalan que al 53,3% de los usuarios de Facebook les resulta indiferente la publicidad que es mostrada en las páginas de la red social. Así como el 40% de quienes afirman que no les gustan o consideran poco importantes dichos anuncios. Tan sólo un 6,2% manifiestan o consideran relevantes estos anuncios.

Y claro está, la evidencia del éxito del modelo publicitario de Google reside en que para la gran mayoría de anunciantes, un dólar invertido en su buscador devuelve más ingresos que un dólar gastado en otro sitio. Por lo tanto ni tan siquiera el número de impresiones puede considerarse un factor vital o sumamente importante por encima de la propia efectividad alcanzada. Pues este es el verdadero objetivo de los anunciantes a la hora de valorar el retorno de la inversión realizada.

La popularidad de las redes sociales no es suficiente ni parece disponer de los recursos o mecanismos necesarios para lograr que su publicidad sea tan relevante como efectiva. Sobre todo teniendo en cuenta las barreras impuestas por las políticas de protección de datos personales que dificultan un desarrollo más complejo y avanzado de la publicidad segmentada y dirigida a los usuarios.

Un artículo publicado en Puro Marketing