miércoles, 13 de abril de 2016

3 mitos (más falsos que Judas) sobre la publicidad nativa

Los omnipresentes (y repelentes) banners han dejado la fama de la publicidad online a la altura del betún. Y con la connivencia de los cada vez más ubicuos "ad blockers" amenazan con convertirla también en absolutamente invisible.
No obstante, la invisibilidad de la publicidad online tiene afortunadamente cura y esa cura tiene nombre: publicidad nativa. Colgándose del brazo de esta fórmula publicitaria, los anuncios aterrizan allí donde más más probabilidades tienen de ser vistos (y también menos probabilidades de ser odiados): junto a los contenidos editoriales.
Puede que ya se haya rendido a los encantos de la publicidad nativa, pero si todavía le pone peros a esta fórmula publicitaria, le proponemos enamorarse de ella hasta las trancas echando abajo estos 3 mitos:

Mito 1: Es excesivamente engañosa
La publicidad nativa no parece publicidad a simple vista y por eso algunos le endilgan la etiqueta de engañosa. Pero si esa publicidad llega a ojos de personas que tienen realmente interés en ella, no sólo no es embustera sino que resulta además absolutamente pertinente.
En realidad los anuncios nativos resultan única y exclusivamente tramposos cuando intentan “atropellar” al internauta en un contexto que no es el adecuado. Cuando el contexto es el apropiado, no hay sombra alguna de fraude en la publicidad nativa.
De hecho, el 71% de los internautas se sienten personalmente identificados con las marcas mostradas en la publicidad nativa. Y esa identificación echa raíces en la adecuación de los anuncios nativos al contexto.
Mito 2: Es inefectiva
Algunos creen (equivocadamente) que todo lo que huele a publicidad nativa (normalmente etiquetada como “contenido patrocinado”) no llama la atención del internauta. Nada más lejos, sin embargo, de la realidad. Resulta que los internautas posan sus ojos un 25% más a menudo en la publicidad nativa que en los banners. Y no sólo eso. Los anuncios se las ingenian para aumentar la intencionalidad de compra del usuario en un 18%.
Cuando la publicidad está pegada como una lapa a los contenidos editoriales, que los ojos del internauta están ya entrenados para leer e identificar, aumenta la probabilidad de que las miradas acaban posándose sobre ella.
Mito 3: Es demasiado cara
Es cierto que los grandes medios de comunicación venden bastante caros sus formatos de publicidad nativa, pero también lo es que es posible hincarle el diente a esta fórmula publicitaria en Facebook por apenas 5 dólares.
Además, y teniendo en cuenta que una de las grandes bazas de la publicidad nativa es su ajuste a un contexto y una audiencia muy concretas, tiene más sentido apostar por este formato en blogs y en pequeñas publicaciones especializadas que en los grandes medios de comunicación, que son lógicamente también mucho más caros.

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