jueves, 15 de octubre de 2015

Una imagen vale más que mil palabras, ¿o no marketeros?

La frase “una imagen vale más que mil palabras” nunca fue tan cierta. Y es que, a lo largo de la historia muchas son las fotografías e imágenes que reflejan eventos que han transformado por completo el curso de los hechos. Desde la guerra de Vietnam y la famosa niña del napalm hasta la muerte en una playa del pequeño Aylan, las imágenes han dado buena cuenta de las realidades, incluso a veces mejor que las palabras. Y es que el poder de lo visual es increíble y, sin embargo, la industria marketera parece haberlo olvidado.
Los cambios que se han introducido con la llegada del mundo digital han hecho que cada vez los textos se reduzcan y que las historias pasen a ser simples titulares con fecha de caducidad. Los usuarios no están dispuestos a pararse a leer grandes masas de palabras ante la imposibilidad de filtrar el enorme flujo de información que ofrece internet. Es por esto que, una sola imagen puede hacer que se gane la atención de los consumidores en una milésima de segundo.

Pero cada vez se les otorga menos importancia a las fotografías que han pasado a ser un mero acompañamiento de frases explosivas y llamativas o directamente han sido sustituidas por el vídeo. La bajada de los precios de los equipos de grabación, las mayores herramientas de edición y, en definitiva, el incremento de las posibilidades de ofrecer vídeo de manera sencilla ha hecho que las imágenes en movimiento sean la tendencia.
La industria ha dejado de lado la imagen estática, que requiere inversión de tiempo y dinero para captar las mejores perspectivas, y ha dejado entrar la rapidez del vídeo que se muestra como una apuesta más segura para conseguirresultados rápidos.
La industria de la moda es la única que mantiene su apoyo a la fotografía pero el marketing la ha desterrado casi por completo a pesar de que son las imágenes las que cuentan las historias de una manera mucho más efectiva que el vídeo.
De hecho, hoy en día prácticamente no encontramos diferencia alguna entre los vídeos de las marcas, los mismos planos, las mismas voces en off y el mismo estilo de música. Pero lo que sí puede marcar la diferencia es una buena fotografía realizada por un profesional que observe, entienda y capture la esencia de la realidad que se quiere transmitir.
Por lo tanto, marketeros, hay dos opciones, seguir apostando por la rapidezdel vídeo que produzca un retorno inmediato con una escasa inversión pero sin diferenciación o rescatar las fotografías con una mayor inversión de tiempo y dinero pero con un material que puede marcar un antes y un después en la industria. La decisión es suya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario