miércoles, 3 de octubre de 2012

Al éxito se llega tras superar grandes barreras

Si dejamos atrás el forofismo y todo lo que muchas veces rodea al deporte no cabe duda de que acercándose a las historias particulares de muchos deportistas podemos comprobar que, como en los negocios, al éxito se llega tras superar grandes barreras y que las dificultades no pueden frenarnos en la lucha por alcanzar nuestros objetivos.

Participantes en los Juegos Olímpicos que se celebran estos días en Londres y otros casos nos traen varias de estas historias de superación y que pueden ser un ejemplo para todos aquellos que de una u otra manera se enfrentan con las dificultades de desarrollar una actividad empresarial en tiempos tan inciertos como los actuales.


Nuestra flamante primera medallista, Mireia Belmonte, comenzó a nadar con cinco años porque a su madre le dijeron que ese deporte podría ser bueno para ayudar a la niña a superar los dolores que sufría por una lesión que tenía en su espalda. Al final esa lesión no le ha impedido lograr campeonatos, records y una medalla olímpica.

También Michael Phelps, el deportista con más medallas olímpicas de la historia, tiene una curiosidad que contar. Era un niño hiperactivo y los especialistas le dijeron a sus padres que su falta de concentración le imposibilitaría para destacar en ninguna disciplina en su vida. Lógicamente el tiempo ha demostrado que esa barrera ha sido superada con creces y es todo un recordman en un deporte donde la concentración es vital.

Más impactantes son los casos de Zsolt Eross, un alpinista húngaro al que tuvieron que amputarle una pierna por un accidente y que con una prótesis ortopédica ha conseguido alcanzar la cima de varios ochomiles o el de Oscar Pistorius, el primer atleta que participará en unos Juego Olímpicos con sus dos piernas ortopédicas.

Son sólo unos pocos ejemplos que deben servirnos de modelo para asimilar que llegar al éxito no es fácil, que el camino está lleno de muchos obstáculos y que algunos de ellos pueden parecer insalvables pero casi nunca es así y con tesón, capacidad de superación y trabajo (Mireia Belmonte entrena ocho horas diarias todos los días y recorre 100.000 metros a la semana), casi todo es superable. Tomemos nota de ello.

En Pymes y Autónomos

No hay comentarios:

Publicar un comentario