martes, 31 de enero de 2012

5 signos que indican que tu socio "huele mal"

Escoger al mejor socio posible para lanzar nuestro proyecto, o para llevar a cabo una acción empresarial específica, no siempre es sencillo, y el proceso negociador puede presentar no pocas dificultades y matices.

De hecho, en la publicación Business-Opportunities nos advierten que por muy bien que nos parezca que se está desarrollando la negociación, existen algunos signos que por sí solos bastan para que se enciendan todas las alarmas y nos planteemos si merece la pena seguir adelante. Te contamos cuáles son.


1. ¿Qué nos está diciendo?
Si durante una negociación nuestro interlocutor no par de hablar, pero sólo somos capaces de entender una de cada 37 frases, nuestra señal de alarma interior se debería disparar.
Nadie debería apostar por un nuevo negocio, una inversión o un acuerdo empresarial en el que no entiende exactamente cómo funciona y en el que no sabe al 101% las implicaciones de lo que supone.
Cuando un socio potencial habla demasiado, o mucho de lo que dice no tiene sentido, deberíamos reconsiderar entrar en ese negocio conjunto.
2. Nuestro socio o... ¿nuestro rival?
Es curioso notar cómo a veces, el que debería ser nuestro socio ideal se comporta en realidad como nuestro competidor, o incluso como nuestro enemigo declarado.
Si antes de firmar el contrato que nos va a ligar en una aventura empresarial común, notamos que nuestro teórico socio se comporta de forma poco justa, o rechaza aceptar algunos de los términos que a nosotros nos parecen más que razonables, resulta sencillo imaginar cómo se comportará una vez que el contrato esté firmado y tengamos poco margen de acción.
Como consejo general, resulta recomendable no firmar ningún contrato que implique que no podamos trabajar u ofrecer nuestros servicios a otra empresa si las cosas con nuestro socio actual van mal.
3. ¿No confías en mí?
La mágica frase ¿No confías en mí? con la que nuestro interlocutor querría cerrar un trato fácil, es un signo que nos indica muy claramente (con letras luminosas y todo) que no deberíamos confiar en esa persona.
En la misma línea, las personas que afirman que sólo cierran negocios con un apretón de manos, revelan ser socios poco recomendables cuando se presentan los primeros problemas.
4. Firma aquí, aquí y aquí
Si siempre resulta recomendable repasar detenidamente la letra pequeña antes de firma cualquier cosa, lo es aún más cuando de lo que se trata es de cerrar un contrato de colaboración empresarial.
Los contratos no siempre especifican lo que los firmantes piensan que sí lo hace, por lo que ante la insistencia de una firma rápida e inmediata, conviene insistir a la vez de que sólo se hará después de que haya sido revisado por el abogado de nuestra empresa.
5. Renegociación
Otra señal de alarma la emiten claramente las personas que cuando teóricamente ya está todo claro y el contrato está listo para firmar, insisten en renegociar alguno de los términos o cláusulas más importantes en el último momento.
Estas renegociaciones de última hora no suelen esconder nada bueno, y las personas que nos empujan a hacerlo, pueden darnos nuevas sorpresas en un futuro próximo.
Un artículo publicado en Muy Pymes

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