Pues, es difícil, muy difícil. Yo he notado dos cosas que me han ayudado tremendamente a la hora de descansar la mente.
A continuación os lo cuento:
1. Rituales para desconectar.
El idea de tener un día de cada semana reservada para la reflexión es tan vieja como la biblia, de hecho viene de la biblia
2. Meditación y siestas para aclarar la mente.
La meditación funciona. Es tan simple. No hay manera mejor de escapar de un mundo denso de interrupciones y tecnología. Solamente hace falta 15 minutos dos veces al día. Poder descansar la mente es liberador. Hay bastantes tipos de meditación, hay los de cuando no debes pensar en nada y vaciar la mente por completo. En otros se trata de enfocarse en una cosa concreta, tu aliento o una mantra que repites en la cabeza. Yo recomiendo que lo pruebes (a ser posible con una guía, ya que es una práctica que requiere algunos cuidados). Al principio parecerá como un faena pero después de practicarlo un tiempo verás que te refuerza y te energiza.
Si la meditación no te convence, recomiendo aclarar la mente en la manera más vieja que existe – pegarse una siesta de 20 minutos. También funciona. Siempre. Un truco es tomarse un café justo antes de dormir porque la cafeína tarda unos 20 minutos en tomar efecto.
Un artículo publicado en Hábitos Vitales
No hay comentarios:
Publicar un comentario