lunes, 25 de octubre de 2010

¡Soy humano!

Según ha avanzado la sociedad nos hemos ido dado cuenta de un principio tan básico y lógico como que las personas somos humanos en cualquier entorno, incluso en un lugar generalmente deshumanizado como la empresa. Esto supone saber que un empleado trae consigo sus problemas, motivaciones y aspiraciones personales. Es algo que aún estamos aprendiendo a manejar.

En tiempos de crisis damos pasos hacia atrás en este aspecto. Como si la humanidad fuera un factor de segunda división y olvidáramos todo lo aprendido al respecto, muchos trabajadores se ven obligados a bajar la cabeza como borregos y otros tienen que luchar por hacer valer sus derechos. Los ordenadores tampoco se quejan pero no luchan.

La robotización y mecanización son unos procesos que continúan avanzando en nuestros días y su introducción en áreas técnicas y estratégicas va siendo algo cada vez más posible. ¿La humanidad no es suficiente para la humanidad? ¿Mandará el mercado por encima de nuestra propia naturaleza? Reflexionar sobre el futuro significa replantear nuestro presente.

Uno de los grandes avances de la industria consistió en la mecanización de los procesos de fabricación. El éxito radicaba en lograr la eficiencia mediante la estandarización y esto llevado a la vertiente humana nos llevó a convertirnos en robots dentro de una cadena de montaje. Tanto fue así que las máquinas resultaron más eficientes y acabaron con miles de puestos de trabajo.

Escáners y lápices contables que contabilizan las facturas por nosotros, máquinas que responden nuestras llamadas telefónicas, robots que aspiran nuestra casa, cajeros que nos sacan la tarjeta de embarque en el aeropuerto y un largo etcétera. Las máquinas ya están aquí, entre nosotros, y siguen mejorando día a día.

No tienen la forma que veíamos en las películas de ciencia ficción de los años 50/60 pero aquí están. Mediante vamos entendiendo nuestra naturaleza intentamos evitar que tengan nuestros defectos para que no se quejen, no luchen, no tengan horarios, salarios ni derechos. ¿Cómo puede competir un empleado con esto? No puede, simplemente es sustituido.

Pese a lo que veíamos en la ciencia ficción no intentamos que las máquinas se parezcan a nosotros sino todo lo contrario y son muchas las personas las que deben renunciar a parte de su humanidad para poder sobrevivir en estos años que nos han tocado sufrir. No sé si el futuro se basará en una lucha entre la tecnología y los derechos humanos pero es algo que da que pensar. ¿Qué veremos antes? ¿Robots humanos o humanos robot?

Yo lo tengo claro pues lo único que sabemos realmente es que la especie humana, o al menos algunos, no renunciarán a una cosa: al poder. Y ya sabemos que muchos piensan que para lograrlo todo vale.

En Pymes y Autónomos

No hay comentarios:

Publicar un comentario